
“En los últimos meses hemos sido testigos de ataques contra ciudadanos que integran las comunidades judías de este hemisferio, hostigados exclusivamente por el hecho de ser judíos”, dijo en una declaración Sergio Widder, director para América Latina del Centro Simon Wiesenthal con sede en Buenos Aires.
“Utilizando el pretexto de un trágico conflicto ajeno a esta región, esas agresiones se tornan cada vez más frecuentes. En enero de este año, por ejemplo, se publicó un plan de acción contra ciudadanos venezolanos judíos que promovía la confiscación de sus propiedades; pocos días más tarde en Caracas una banda de delincuentes armados profanó una sinagoga, destruyó elementos rituales y pintó consignas antisemitas”, añadió.
Widder afirmó que “no se conoció en ese caso ninguna respuesta sólida de las autoridades (de Venezuela). Por el contrario, la reacción ha sido una tolerancia que estimula nuevas agresiones”.

El líder judío aseguró que “en todas las sociedades democráticas hay grupos intolerantes que llevan a cabo acciones violentas originadas en un discurso de odio contra las minorías. La distinción que debemos formular radica en cómo reaccionan los gobiernos ante esos incidentes, tanto para evitarlos como para sancionarlos”.
Indicó que por esa situación el Centro Simon Wiesenthal pidió al secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, enviar una misión a investigar el antisemitismo en Venezuela, la cual daría a conocer después sus conclusiones y recomendaciones.
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