lunes, 19 de abril de 2010

Venezuela: 19 de abril, dos interpretaciones




El gobierno ha realizado una masiva campaña para tergiversar y manipular el verdadero significado del 19 de abril de 1810. Pretende hacer ver que Chávez y sus seguidores son los herederos de los próceres de la Indepencia; mientras que la oposición equivale al imperio español (en la actualidad, al imperio  norteamericano). Pero la realidad es muy distinta: Chávez es el nuevo Emparan, un capitan general enviado por el imperio cubano para mantenernos dominados. Urge que los venezolanos actúen como hace 200 años, pidiendo al unísono la renuncia de Chávez, para liberarnos de la dominación cubana


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viernes, 16 de abril de 2010

19 de abril: "Chávez debe renunciar como Emparan" por Alejandro Peña Esclusa



Chávez debe renunciar como Emparan
Por: Alejandro Peña Esclusa
 
   El 19 de abril de 1810, hace exactamente doscientos años, Venezuela comenzó su existencia como república independiente, a través de un acto muy significativo: la renuncia del capitán general español. 
   Las condiciones estaban maduras para que los venezolanos asumieran las riendas de su propio destino, exigiéndole la renuncia a Vicente de Emparan, “la cual aceptó”. 
   El gobierno español no comprendió que la Independencia era inevitable; y, en lugar de fomentar una transición negociada, quiso mantener el control de nuestro país por medio de la represión y el uso de la fuerza, sumiéndonos en lo que fue -en la práctica- una cruenta guerra civil. Lo mismo ocurrió con las demás naciones hispanoamericanas: guerra absurda en lugar de independencia consensuada, como sí se hizo en Brasil.
   En la Venezuela de hoy se justifica -más que hace doscientos años- la renuncia de quien nos gobierna, puesto que pretende acabar con todo vestigio de nuestra nacionalidad, para entregarnos al castro-comunismo cubano y para vincularnos a gobiernos forajidos -como el de Irán- que nada tienen que ver con nuestra identidad y con nuestras aspiraciones.
   En medio de su delirio, Chávez comete el mismo error que los españoles de 1810: no percibe que su proyecto marxista es imposible e inviable. Puede tratar de imponerlo con el uso de la fuerza, y llevarnos a un enfrentamiento sin sentido; pero finalmente será derrotado, porque ningún hombre puede abolir la identidad histórica de un colectivo nacional.
   El sentido de independencia y de libertad está tan arraigado en los venezolanos, que no hay forma ni manera que nuestro pueblo se subordine a los designios de un modelo totalitario extranjero.
   Chávez lo intuye, porque compra armas por doquier y crea milicias, acompañadas de “guerrillas comunicacionales“. Cada cierto tiempo nos amenaza con la debacle y con la guerra. De no haber una enorme resistencia a su proyecto, las amenazas serían innecesarias. 
   Obviamente Chávez no renunciará por voluntad propia; pero si todos los venezolanos nos unimos en un sólo clamor, exigiendo al unísono su renuncia, no le quedará otro remedio que someterse a la voluntad nacional. 
   Todos los problemas que tanto nos angustian, como la libertad de los presos políticos, la ideologización de los niños, los nexos con las FARC y con el fundamentalismo islámico, la inseguridad desbocada, la crisis de los servicios, y la destrucción de la economía, se solucionarán con una sola medida: su renuncia.
   Por eso, a los doscientos años de aquel histórico Cabildo, es necesario que los venezolanos asumamos la misma actitud: todos unidos para exigir la renuncia de quien nos gobierna.








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