El Foro de São Paulo contra Álvaro Uribe
Índice
Introducción1. ¿Qué es el Foro de São Paulo?
2. Expansión del Foro de São Paulo
3. Métodos para acceder al poder
4. Demoler la democracia desde adentro
5. Destrucción de la identidad iberoamericana
6. Reemplazo de los organismos multilaterales
7. El Foro de São Paulo y los imperios transversales
8. Lula: El poder detrás del trono
9. América Libre y la carta robada
10. La Revolución es una farsa y el antiimperialismo una excusa
11. Intento por impedir la tragedia
12. ¿Por qué Chávez sigue gobernando?
13. ¿Qué puede esperarse del Foro de São Paulo?
14. Urge crear la contrapartida del Foro de São PauloConclusión: La crisis como oportunidadApéndice
Juicio contra Hugo Chávez por traición (Julio de 2000)
Existe un complot para derrocar a Uribe (Enero de 2005)
Carta abierta al pueblo ecuatoriano (Octubre de 2006)
Otras obras del autor
Introducción
El 1 de marzo de 2008, las Fuerzas Militares y Policiales de Colombia llevaron a cabo la “Operación Fénix”, una acción comando contra el principal campamento de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), ubicado en territorio ecuatoriano, dando de baja al segundo al mando de esa organización, alias Raúl Reyes.
Dado que se trataba de uno de los hombres más peligrosos en la historia del crimen organizado, era lógico suponer que los países de la región felicitarían efusivamente al gobierno de Álvaro Uribe y que decretarían un día de júbilo continental, sobre todo teniendo en cuenta que las FARC son terroristas y narcotraficantes, y que delinquen no sólo en Colombia, sino en el mundo entero.
Sin embargo, para sorpresa de la comunidad internacional y del propio pueblo colombiano, tres países rompieron relaciones con Colombia, en señal de protesta por la operación.
Para justificar su incomprensible actitud, los gobiernos de Venezuela, Ecuador y Nicaragua, argumentaron que Colombia había violado el territorio ecuatoriano; un problema que –dada la importancia de la operación– se habría podido resolver fácilmente a través de los acostumbrados canales diplomáticos.
A estos gobiernos poco les importó que las FARC violen continuamente los territorios de sus respectivas naciones, para secuestrar, extorsionar o asesinar a ciudadanos inocentes.
La excusa esgrimida para romper relaciones –evidentemente hipócrita y exagerada– confirmó lo que ya se sospechaba: que la afinidad ideológica entre las FARC y varios gobiernos de la región constituye más bien una alianza, basada en la coordinación permanente y en el apoyo mutuo.
Días más tarde, la información extraída de las computadoras de Raúl Reyes, incautadas durante la “Operación Fénix”, reconfirmarían plenamente las sospechas.
Los objetivos de este informe son, primero, mostrar que esta alianza existe desde hace al menos dieciocho años, cuando se creó el Foro de São Paulo, y que sus repercusiones y ramificaciones son mucho más profundas de lo que parecen. Segundo, advertir al gobierno y al pueblo de Colombia –así como a toda la comunidad iberoamericana– que la crisis de marzo de 2008 no ha terminado, sino que apenas comienza. Lo hago con la esperanza de que la información contenida en estas páginas sirva para contrarrestar las acciones que en su contra realizarán los aliados internacionales de las FARC.
Y tercero, proponer un curso de acción para defender al continente americano del Foro de São Paulo, y a la vez aprovechar esta crisis para solucionar los problemas más acuciantes de la región, impulsando un renacimiento político, económico, científico y cultural.
El autor
Caracas, abril de 2008
Caracas, abril de 2008
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