Bogotá. EFE. Las Fuerzas Armadas venezolanas atraviesan fuertes tensiones internas por tener que mostrar lealtad al presidente Hugo Chávez o al Estado, en momentos en que un oficial fue ascendido tras declarar que estaba “casado” con el proyecto del mandatario, advirtieron expertos.
El general Henry Rangel Silva, responsable del Comando Estratégico Operacional (CEO) del ejército, se convirtió el jueves en general en jefe, máximo grado militar en Venezuela, una semana después de sus declaraciones, lo que fue interpretado como una señal de respaldo por parte del presidente.
Ante la polémica por sus afirmaciones, Chávez dijo que el compromiso del militar era con un proyecto “de país” y no con una persona.
“Un golpe de Estado aquí no es algo imposible, solo que el contragolpe nuestro también está previsto. Por eso a ellos (opositores) les duele tanto cuando el general Rangel Silva dice que los militares venezolanos están casados con este proyecto de país”, insistió Chávez. Como responsable del CEO, Rangel tiene como superiores solo al ministro de Defensa y a Chávez, quien también es comandante en jefe de las Fuerzas Armadas y tiene la potestad de decidir los ascensos.
Para analistas y expertos, la ascensión del oficial provocarán más tensiones en la institución castrense, donde persiste un grupo de constitucionalistas que se aferra a la Carta Magna en medio del polarizado ambiente político.
“Estamos asistiendo a una división de las Fuerzas Armadas entre los que son fieles a Chávez y los constitucionalistas, que se aferraran a estos principios frente a la ferocidad con que actúa el gobierno”, dijo la analista Rocío San Miguel.
“La Constitución es el único mapa en un país tan polarizado como Venezuela”, insistió San Miguel, de la ONG Control Ciudadano.
Desde el 2002, según estos expertos, el gobernante ha intentado “depurar” las Fuerzas Armadas.
“Una de las cosas que el presidente Chávez no ha logrado es someter el corazón democrático del Ejército, por lo tanto, las declaraciones de Rangel y su ascenso se traducirán en descontento al interior de la institución”, dijo el general retirado Gonzalo García.
Según San Miguel, los dos años por venir serán los de mayores tensiones entre los militares, porque en el 2012 Chávez se enfrentará a elecciones presidenciales en las que aspirará a un tercer mandato.
Según estimaciones de Control Ciudadano, 400 oficiales salieron este año de las Fuerzas Armadas.
“Parece un propósito de introducir tensiones en las Fuerzas Armadas. Se les está azuzando al quiebre, un objetivo del presidente para depurarlas”, afirmó San Miguel.
Chávez insistió en que las Fuerzas Armadas, que llevan por ley el calificativo de “bolivarianas”, está más unidas que nunca.
Desde hace un tiempo, los militares venezolanos también adoptaron en sus actos públicos la consigna “Patria socialista o muerte”, usada por Chávez.
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