Franklin Brito en el Hospital Militar en Caracas, Venezuela |
La respuesta del gobierno frente a la huelga de hambre de Franklin Brito no tiene nombre. La actitud indiferente y arrogante de Hugo Chávez ante un caso desgarrador como éste, es tan inhumana, que raya en lo satánico.
Con una simple llamada telefónica, Chávez podría restituirle a Brito sus tierras, ilegalmente arrebatadas -así como las de tantos otros venezolanos- y proporcionarle la asistencia médica que requiere.
Todo indica que Chávez pretende parecerse tanto a Fidel Castro, que quiere tener su propio “Zapata Tamayo”.
Pero aunque el gobierno tenga corazón de piedra, el resto de los venezolanos no podemos permitir la muerte de este hombre humilde, quien ha levantado su voz para protestar contra las arbitrariedades que nos afectan a todos; y ha puesto en riesgo su vida y el futuro de su familia para representarnos.
Es por ello que propongo, en nombre propio y en el los prisioneros políticos que me acompañan, una movilización para salvarle la vida a Franklin Brito; que incluya artículos, vigilias, protestas, mensajes por las redes sociales de Twitter y de Facebook, entre otras muchas formas de expresión; y no aflojar la presión hasta que el gobierno permita la salida de Brito del Hospital Militar y le restituya sus tierras.
Sabemos que no es un asunto material, sino de principios; y que a Franklin le interesa no un pedazo de tierra, sino hacer valer sus derechos y los de quienes han sufrido confiscaciones similares.
Esta es una oportunidad para mostrar la solidaridad que existe entre quienes nos oponemos a la tiranía. Combatiremos los corazones de piedra con corazones de carne.
Alejandro Peña Esclusa
Prisionero político
Prisionero político
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