Polémica en Bolivia por Fuerzas Armadas “socialistas”
Polémica en Venezuela, por declaración de general que sostiene "estar casado" con el proyecto de Hugo Chávez.
En Bolivia resurgió esta semana una polémica en torno a las Fuerzas Armadas, luego de que miembros de la oposición y militares en retiro objetaran un reciente anuncio del comandante del ejército en el que declaró que esa institución es “socialista”, “antiimperialista” y “anticapitalista”.
El gobierno de Evo Morales defendió al general Antonio Cueto tras las críticas que recibió por haber afirmado que la nueva Constitución de su país (promulgada en 2009) propicia un ejército “como una institución socialista y comunitaria”.
Las Fuerzas Armadas siempre han sido revolucionarias y han luchado contra los imperialismos, si no nunca hubiéramos logrado independizarnos del yugo español
Iván Canelas, portavoz de la presidencia de Bolivia
“Nos declaramos antiimperialistas porque en Bolivia no debe existir ningún poder externo que se imponga (…) También nos declaramos anticapitalistas porque este sistema está destruyendo a la madre tierra”, agregó el militar.
Las declaraciones generaron una oleada de protestas.
Tres ex comandantes firmaron una carta en la que pidieron que el general pase a retiro obligatorio por “comprometer a una institución que está por encima de las divisiones partidarias con una ideología determinada”.
En tanto, el ex jefe del ejército y actual senador de la opositora Convergencia Nacional, el general en retiro Marcelo Antezana, anunció que convocará a Cueto a la Cámara Alta para que dé explicaciones ante las comisiones de Constitución, Defensa y Seguridad del Estado por sus “trasgresiones”.
Polémica reabierta
La polémica por las expresiones del comandante del ejército reabrió el debate que comenzó en marzo pasado cuando las Fuerzas Armadas anunciaron que aceptarían la petición de Morales de adoptar un lema socialista e incorporar en su vestimenta nuevos símbolos patrios, entre ellos la bandera de los indígenas, la wiphala.
La imposición de este lema es no respetar la tumba de nuestros héroes que han defendido al país, en democracia, de una invasión extranjera
General Alvin Anaya, ex Comandante en Jefe del ejército
Lo que causó mayor resistencia fue la instrucción del alto mando militar a todas las unidades castrenses para que coreen el lema “patria o muerte, venceremos”, una arenga asociada con el ex guerrillero Ernesto “Che” Guevara y popularizada por el ex presidente de Cuba, Fidel Castro.
El ex comandante en jefe del ejército, el general Alvin Anaya, dijo a BBC Mundo que “la imposición de este lema es no respetar la tumba de nuestros héroes que han defendido al país, en democracia, de una invasión extranjera”, en referencia a la guerrilla guevarista, que fue derrotada por las fuerzas militares bolivianas en 1967.
Ahora, varios militares en retiro objetan que, por primera vez en la historia, el ejército boliviano se identifique con una ideología política, algo que a juicio de Antezana, demuestra “servilismo” y “sumisión” por parte del la jefatura militar a los principios del Movimiento Al Socialismo (MAS), que lidera Morales.
Defensa gubernamental
En cambio, para el gobierno, el gesto de Cueto fue “positivo”.
“Las Fuerzas Armadas siempre han sido revolucionarias y han luchado contra los imperialismos, si no nunca hubiéramos logrado independizarnos del yugo español y lo que ha hecho su Comandante es recordar esa esencia institucional”, dijo el miércoles el portavoz presidencial, Iván Canelas.
“A nosotros nos parece muy bien que las Fuerzas Armadas progresen, cambien, defiendan el Estado plurinacional, se den cuenta que las fronteras están desprotegidas y que ahora es importante que las protejan”, añadió.
El vocero también lamentó que a la oposición le moleste que las Fuerzas Armadas recuperen su esencia “revolucionaria” y desechen lo que denominó como la mentalidad impuesta por Estados Unidos en “etapas negras” de la historia boliviana.
Venezuela: ascendido general “casado” con gobierno de Chávez
El general dijo en una entrevista reciente a un medio local que la “FAN está casada con el proyecto político socialista”.
El jefe del Comando Operacional de la Fuerza Armada de Venezuela, Henry Rangel Silva, fue ascendido oficialmente este jueves al grado de “general en Jefe”, el más alto que se concede a militares en este país, después de unas polémicas declaraciones en las que aseguró que la Fuerza Armada guarda una lealtad absoluta al proceso político liderado por el presidente Hugo Chávez.
El propio mandatario había anunciado en su programa dominical que el ascenso se formalizaría en un acto público este martes, que quedó sin fecha después de que fuera aplazado en dos ocasiones. El ascenso entró en efecto con su publicación en una Gaceta Oficial extraordinaria este jueves.
Rangel, quien también está a cargo del Plan República (que custodia y apoya los procesos electorales) dijo en una entrevista reciente a un medio local que la “FAN está casada con el proyecto político socialista”.
Pero además sugirió que la posibilidad de que haya un gobierno de oposición “sería vender al país, no lo va aceptar la gente, las FAN no, y el pueblo menos”, lo cual fue interpretado por portavoces opositores como el anuncio de que los militares no aceptarían el eventual triunfo de un candidato no oficialista en las elecciones presidenciales de 2012.
La Fuerza Armada Nacional no tiene lealtades a medias sino completas hacia un pueblo, un proyecto de vida y un Comandante en Jefe. Nos casamos con este proyecto de país
Henry Rangel Silva, general en Jefe
Sus palabras provocaron reacciones incluso más allá de las fronteras venezolanas. El secretario de la OEA, José Miguel Insulza, dijo en una entrevista que eran “graves”. “Que un comandante del Ejército amenace con una insubordinación a priori me parece inaceptable”, dijo.
El gobierno adscribió estas críticas a una manipulación de las declaraciones de Rangel Silva. El presidente Hugo Chávez lo llamó un militar digno. Luego ratificó en su columna de prensa semanal que “la canalla ha convertido unas palabras de un soldado venezolano, palabras que expresan una firme posición de dignidad, en el pretexto para agredir a la Patria, transgrediendo lo que el buen sentido dictamina e insinuando cualquier tipo de intervención foránea contra Venezuela”.
La “politización” de las FAN
Antes, en una cadena de radio y televisión, había señalado que la Fuerza Armada no era la misma de gobiernos anteriores, que actuaba ciegamente acomodada a los designios del gobernante de turno.
Para algunos, sin embargo, el caso es otro síntoma claro de que las relaciones entre el estamento militar y la política están desbordando la letra de la Constitución.
“Le recomiendo al general (Henry Rangel Silva) que repase el artículo 328”, insistió, en conversación con BBC Mundo, el ex ministro de la Defensa y general retirado Raúl Salazar.
Dicho artículo reza que “la Fuerza Armada Nacional constituye una institución esencialmente profesional, sin militancia políticia, organizada por el Estado para garantizar la independencia y soberanía de la Nación”.
“El Presidente y él y todos nosotros, incluyéndome a mí, no podemos salirnos, sino estar apegados a esto”, refirió Salazar, quien se abstuvo de calificar el ascenso de Rangel Silva, el cual, dijo, “es una decisión soberana del Presidente”.
Otros ex altos funcionarios, como el ex titular de Defensa y ex canciller Fernando Ochoa Antich, han denunciado la “politización de la institución armada” como una estrategia dirigida por el jefe de Estado para garantizar la lealtad de las FAN.
Debate de larga data
Los vicios de la FAN en la cuarta república fueron oprobiosos. En la quinta, más que oprobiosos son inconstitucionales (…) El pasado ha sido ingrato en términos de la dependencia política de la FAN, del zigzagueo, pero nunca ha sido comparable con los procesos de politización de la actualidad
No se trata de una discusión nueva. En 2004, el propio Chávez había dicho que la Fuerza Armada “tiene que ser roja-rojita” (el color que identifica al Partido Socialista Unido de Venezuela”. Y en 1999 se había preguntado “¿por qué los militares tienen que ser apolíticos?”.
“Nadie ha dicho que entre los militares funcionará un partido, pero es que no podemos confundir política con politiquería”, señaló entonces.
Para Rocío San Miguel, experta en seguridad y portavoz de la ONG Control Ciudadano, el episodio relacionado con las declaraciones de Rangel Silva constituyen “el punto más álgido de las relaciones de estabilidad cívico-militar en el último decenio”.
Según San Miguel, la presión políticla dentro de la institución armada sube “a medida que se asciende en la escala”. Como consecuencia, se estarían “generando más solicitudes de baja nunca antes vista en la historia”. De acuerdo con cifras que maneja, se habrían incrementado de unas ochenta anualmente a unas 200 en 2010.
“Los vicios de la FAN en la ‘cuarta república’ (como llama Chávez a los gobiernos democráticos que lo antecedieron) fueron oprobiosos. En la quinta, más que oprobiosos son inconstitucionales (…) El pasado ha sido ingrato en términos de la dependencia política de la FAN, del zigzagueo, pero nunca ha sido comparable con los procesos de politización” de la actualidad, afirmó.
El plan del Foro de Sao Paulo para destruir las Fuerzas Armadas
Por Alejandro Peña Esclusa
La ofensiva se realiza en todas las naciones -aunque con métodos diferentes- para
lograr un mismo fin: la destrucción definitiva de las instituciones armadas
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