TEGUCIGALPA,
HONDURAS
Con mucha "satisfacción y orgullo" testificará ante los miembros de la Comisión de la Verdad y la Reconciliación (CVR) sobre los hechos ocurridos el 28 de junio de 2009, dijo ayer el ex presidente Roberto Micheletti.
Los integrantes de dicha comisión llegarán el lunes a la residencia de Micheletti para hacerle un cuestionario sobre la crisis política que se originó tras la destitución del ex presidente Manuel Zelaya.
Micheletti asumió el poder por mandato del Congreso Nacional de Honduras y durante el mismo se profundizó una crisis a nivel interno, con repercusión en el plano internacional.
"Yo recibo el llamado de la Comisión de la Verdad con mucha seriedad porque yo firmé un documento donde aceptábamos la integración de esta Comisión", en el pacto Guaymuras-Tegucigalpa, San José, expresó el ex mandatario.
La CVR ya se ha entrevistado con otras personalidades de la vida nacional y proyecta indagar a los ex presidentes Zelaya y Micheletti.
En cuanto a la negativa del ex mandatario Manuel Zelaya de no entrevistarse con la CVR si no se dan las condiciones para su retorno al país sin ser enjuiciado por los delitos que se le imputan, Micheletti respondió que a él no le interesa la opinión de Zelaya; "es la Comisión la que sabrá qué hacer en ese caso", dijo.
"Yo creo que estamos exagerando, escuchando los caprichos de una persona que no tiene el derecho; que lo perdió desde el momento en que violentó la Constitución de la República a través del artículo 239, a través de los actos y de las amenazas que hizo a todos los demás poderes del Estado, con la intención única de quedarse en el poder".
Indulto es "ilegal"
En otro orden de ideas, Micheletti se manifestó en contra de que se le otorguen privilegios judiciales al ex mandatario.
En el caso del indulto consideró que sería "ilegal" porque esta figura se aplica estrictamente a aquellas personas que tienen sentencias y que cumplen parte de esas sentencias o por medio de la Fiscalía del Estado que suspenda los delitos que se le imputan.
Micheletti descartó estrechar la mano a Zelaya Rosales y manifestó que de "ninguna manera" aceptaría sus disculpas porque "ofendió con hechos y palabras al país", al pretender quedarse en el poder y por el daño que le ha hecho a Honduras con desinformaciones que le ha dado al mundo y que han provocado causas injustas para la nación.
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